La digitalización ha cambiado radicalmente la vida de los seres humanos y como consecuencia, el modo de crear empresas.

Si consideramos, además, que el mercado presenta puntos de incertidumbre que dificultan el desarrollo de proyectos, se vuelven necesarios modelos de negocio capaces de asumir estas condiciones y desenvolverse de forma óptima.

Este es el caso de las Startups, que se tratan de instituciones humanas diseñadas con el fin de crear productos o servicios dentro de contextos de incertidumbre. Hoy en Econolistos te explicamos todo lo que debes saber al respecto de este tipo de empresas.

Definición de startup

Las Startups son empresas de nueva creación que se centran en ofrecer productos y servicios con ayuda de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs).

La idea no solo consiste en vender, sino además en crecer de forma exponencial y sobrevivir a las demandas del mercado. En este sentido, el uso de las TICs facilita la toma rápida de decisiones, además de conferir una gran capacidad para cambiar y adaptarse a su contexto.

Si bien la Startup suele tener una menor liquidez por tener una reciente creación, tiene la ventaja de que la automatización y sistematización de procesos suponen una reducción de costes. De hecho, este es el motivo por el que cada vez más empresas emergentes están primando el uso de servicios en la nube y la automatización de actividades por medio de la generación de códigos de programación.

Algunos ejemplos de compañías que comenzaron siendo Startups son Facebook, Google o WhatsApp. Gracias a su capacidad de adaptación coordinada con la continua actualización y excelentes estrategias corporativas, han logrado crecer de forma estrepitosa hasta el punto de llegar a salir a la bolsa.

La enseñanza que se puede extraer de estos casos de éxito es que las Startups exprimen al máximo sus recursos, valiéndose de equipos creativos y solventes coordinados dentro de culturas corporativas centradas en la generación de resultados.

¿Cuáles son las características de las Startups?

Si algo caracteriza a las Startups es el modo en el que ejecutan los procesos. Puede ser que una Startup no ofrezca el producto más innovador o revolucionario del mercado, pero dada la capacitación de sus equipos de profesionales y el refinamiento de sus procedimientos, logra actualizarse rápidamente con ayuda de la obtención de financiaciones.

En este sentido, muchos son los casos de Startups que comenzaron con una inversión mínima y a medida que fueron creciendo, recibieron capital de inversores para continuar desarrollándose. En estos casos, los inversores suelen terminar adquiriendo parte de la empresa como incentivo por el dinero abonado.

También cabe decirse que existen otras figuras de apoyo a las Start-ups como serían las incubadoras de Startups, que son las organizaciones que se aseguran de asesorar a los emprendedores con sus proyectos desde cero, y las aceleradoras de Startups, que se enfocan en vigorizar un proyecto que ya está desarrollándose. En ambos casos los emprendedores pueden recibir desde financiación económica, hasta un lugar físico para llevar a cabo su labor, así como capital de conocimiento procedente de mentores expertos en su nicho de mercado.

Con todo esto, cuando se habla de una Startup, se habla de flexibilidad. El objetivo de este tipo de empresas no es tanto comercializar, sino mantenerse en activo el tiempo suficiente como para poder consolidarse.

Hoy en día hay un gran volumen de empresas, pero muy pocas sobreviven, por eso, aquellas que logran demostrar solvencia y recursos para abordar los inconvenientes suelen recibir apoyo para continuar creciendo. Este apoyo puede ir dirigido a la inversión para el desarrollo de productos, becas para la contratación de personal cualificado que enriquezca el modelo de negocio o incluso el respaldo para el lanzamiento de productos al mercado para comprobar su viabilidad.

¿En qué se diferencia una Startup de una PYME?

Cabe especificar que, pese a que en ocasiones surgen confusiones entre Startup y PYME, no son lo mismo.

Las Startups, por lo general, centran las bases de su negocio en la tecnología, de ahí que sea común ver Startups con integrantes que residen en distintos países y trabajan en remoto. Por lo tanto, las Startups suelen caracterizarse por un impacto y un alcance global. Por su parte, las PYMEs cuentan con trabajadores locales o regionales y suelen cubrir el mercado regional o nacional.

Además, como se explicaba con anterioridad, las Startups se encuentran en constante innovación, mientras que las PYMEs pueden desarrollarse con un mínimo o nulo componente de innovación, al poder ser clasificadas como comercio tradicional. En todo caso, lo que ambos modelos de negocio tienen en común es que han de tener la capacidad de solucionar problemas con efectividad y cubrir las necesidades de sus clientes.

En definitiva, las Startups son empresas emergentes que de desarrollarse prósperamente pueden escalar hasta convertirse en proyectos sumamente ambiciosos gracias a la coordinación de las TICs, la creatividad de los trabajadores y el respaldo de figuras de apoyo a las Startups. ¿Y vosotros qué opináis? ¿Qué más ventajas pueden tener las Startups como modelo de negocio? ¡En Econolistos estamos encantados de conocer vuestras opiniones!

Foto de Cristina González
Author

Cris es una entusiasta de la gestión empresarial. Su trabajo se centra en la promoción de la salud laboral y el estudio de las claves para el incremento de la productividad en las empresas. Cuenta con años de experiencia como redactora publicitaria en el sector del marketing digital.

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